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Algo más sobre los implantes cocleares.

El Implante Coclear es un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo. Estas señales eléctricas son procesadas a través de las diferentes partes de que consta el Implante Coclear.

Para ser candidato al implante es necesario e imprescindible, cumplir los siguientes requisitos:

- Sordera neurosensorial bilateral profunda o total.
- Imposibilidad de beneficiarse de una prótesis auditiva convencional.
- Convicción del paciente de que la mejoría auditiva que le aporte el Implante Coclear le beneficia personal y socialmente.

si quieres saber más

No todos los sordos lo son antes de desarrollar el lenguaje. Existen un gran número de sorderas, como las familiares o las medicamentosas, que son progresivas, existiendo también enfermedades que generan sordera a lo largo de los años que no tienen solución ni médica,  ni quirúrgica, ni protésica. En estos casos los implantes pueden ser una opción.

De todos modos, antes de continuar debemos referirnos a una diferencia importante:

1. LOS PRE-LOCUTIVOS personas cuya sordera es de nacimiento o ha aparecido en los primeros años de vida y por tanto, no tienen huellas auditivas en su cerebro y tampoco han adquirido el Lenguaje de forma natural y espontánea.

2. LOS POST-LOCUTIVOS personas cuya sordera ha sido posterior al aprendizaje del Lenguaje; es decir, los que han oído antes.

En este último caso, los resultados son espectaculares. Con muy poco tiempo de rehabilitación, la inteligibilidad -incluso sin apoyo de lectura labial- aumenta considerablemente y muchos de ellos utilizan el teléfono.

La percepción auditiva de la persona que ha recibido el implante se mantiene a lo largo de los años, puesto que la recuperación no depende del oído interno, sino del estímulo que se genera, por lo que no pierde audición. Hay que tener en cuenta que, para los normo oyentes, la capacidad auditiva se pierde progresivamente y de forma fisiológica con la edad. Sin embargo, en los implantados, el nivel auditivo permanece estable. Por lo tanto, los implantes cocleares, como los diamantes, son para toda la vida por lo que necesitan unos cuidados y un seguimiento que debe realizarse, como mínimo, una vez al año.